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Del 100% de los coaches que se certifican, alrededor del 80% deja la profesión entre dos y tres años después de graduarse. Este alto porcentaje refleja una problemática en común: la dificultad para construir una trayectoria sostenible, rentable y en bienestar.

Muchos coaches recién certificados invierten en más cursos, postítulos y formación continua, pensando que esa es la clave del éxito. Pero, aunque el aprendizaje siempre es bienvenido, ¿es realmente la mejor estrategia para vivir como coach?

Luego de certificarse como coaches, muchas personas enfrentan una principal dificultad para desarrollarse profesionalmente: no consiguen clientes o, si los consiguen, no logran cobrar por sus servicios.

Luego del éxito obtenido en la primera edición, lanzamos el segundo programa de acompañamiento junto a la Asociación Civil sin fines de lucro “Las Chicas del Agro”, para continuar impulsando el desarrollo profesional de nuestros miembros y el rol de las mujeres en el sector agroindustrial.

En el camino del coaching se presentan muchos desafíos, por eso brindamos a nuestros miembros VCC la supervisión de sus conversaciones, una herramienta esencial para elevar la calidad del servicio que ofrecen en cada sesión.